• Ir a navegación principal
  • Ir al contenido principal
METAMORFOSIS CONSCIENTE

METAMORFOSIS CONSCIENTE

ESTEFANÍA RODRÍGUEZ

  • INICIO
  • SOBRE MÍ
  • BLOG
    • ARTÍCULOS
    • DECRETOS & AFIRMACIONES
    • EL 29 REVISTA
  • SERVICIOS
  • CONTACTAR

La elaboración del duelo y sus etapas

Estefanía Rodríguez

La elaboración del duelo y sus etapas
El duelo es la reacción que tenemos ante la pérdida de algo significativo para nosotros, pero esto no es algo que llega para quedarse permanentemente, solo está de paso y hay que dejarlo ser para poder trascender el dolor.  
Es como un gran aprendizaje que nos lleva al autoconocimiento y expansión del ser, porque al final todas las respuestas se encuentran en uno mismo.  
Pero no es lo mismo el duelo en sí, que su elaboración, ya que este durará el tiempo que cada uno permita. Hasta que no se elabore y procese seguirá ahí y  la base para seguir adelante y aprender a vivir de nuevo es atenderlo y atendernos.  

¿Qué significa elaborar el duelo?  
La elaboración del duelo es el proceso que se da mientras transitamos el camino de sanación, camino que nos llevará a aprender a vivir de nuevo tras la pérdida. Y es cierto que “nada volverá a ser como antes, pero sí que volverás a estar bien”.  
Este proceso es único, cada persona lo vive de una manera distinta y todas son absolutamente válidas ya que nos abren la puerta al autoconocimiento. Vivir un duelo no se limita solo a sanar el dolor de la pérdida, sino que trae consigo otros aprendizajes que son necesarios para nuestra mayor evolución. Las mejores versiones se dan en momentos de caos, y qué mayor caos que la pérdida, esa que nos hace ir hacia lo más profundo de nuestro ser a buscar el “para qué”.  
El duelo puede darse en diferentes etapas que nos lleva a aceptar la pérdida y nos sirven para identificar lo que sentimos dándonos lo necesario para poder gestionarlo desde un nivel de consciencia diferente.   
 
Etapas del duelo:  

Negación:  
En esta etapa se responde ante la noticia de la pérdida negando lo ocurrido, rechazando la realidad y queriendo alejar el dolor que produce y surgen frases como “Esto no es cierto”, “Debe haber un error”, “No puedo creer que…” La función de esta etapa es la de amortiguar el impacto de la noticia ya que por la mente pueden pasar muchísimas opciones a imaginar para huir del hecho real, intentando transformarlo de forma que se pueda tolerar dejando entrar solo lo que somos capaces de soportar.    

Ira:  
En esta etapa destaca el “darnos cuenta”, que nos muestra la realidad absoluta y podemos quedarnos anclados mucho tiempo aquí. Empiezan a surgir todos los por qué, “Por qué a mí”, “Por qué yo”, “Por qué a él que era tan bueno” … Pero esto no tiene que ver con eso, es decir creemos que si somos buenas personas no nos ocurrirán cosas malas, y esto nos crea confusión ya que pensamos que no es justo, pero las pérdidas no suceden como un plan de castigo sino como un ciclo natural en la vida.   

Negociación: 
En esta etapa negociamos cualquier cosa para que lo que sucedió cambie y no perder lo que tanto amamos. Pero una vez y la pérdida se da, entramos en un bucle donde lo único que hacemos es decirnos “Ojalá…”, ¿Y si…?  Deseamos con todas nuestras fuerzas poder dar marcha atrás en el tiempo y que todo vuelva a ser como era antes. Es por ello que la negociación nos ayuda a buscar sentido dentro de todo este caos pactando de diferentes formas antes de la pérdida o después de ella. 

  Depresión: 
En esta etapa quiero puntualizar que la “depresión” no es patológica, sino reactiva, esto quiere decir que actúa como respuesta ante una gran pérdida. 
Entramos a un nivel muy profundo de tristeza incluso cabe pensar que durará para siempre y eso nos lleva a sentir una gran desesperanza, pero no es cierto. 
Percibimos que la vida no tiene sentido, no nos apetece levantarnos de la cama y todo se nos hace un mundo, podemos estar sin apetito, de mal humor o inmersos en una profunda tristeza. Por ello debemos tener presente siempre que esto es un proceso más de la vida el cual hay que atender y ocuparse con mucho amor y paciencia, pero es un proceso más y también pasará.   

  Aceptación: 
Esta palabra puede crear confusión ya que llegar a la aceptación no significa que nos importe poco lo que sucedió y nos resignemos, al contrario, hemos sido capaces de comprender que las pérdidas forman parte de la vida integrando las nuevas circunstancias y es posible que encontremos resistencias, pero poco a poco iremos entendiendo que debemos seguir viviendo, que nuestro camino continúa. 

He de decir que estas etapas son una guía de comprensión en nuestro proceso, pero no se dan en un orden específico ni existe una forma definida que se indique como la correcta, no hay forma buena o mala de vivir el duelo, simplemente hay dejar ser al dolor en nosotros y hacernos responsables de manera sana y consciente, soltar y confiar en todo lo que nos invade, aunque no lo comprendamos.  
 

Archivado en:EL 29 REVISTA Etiquetado con:EL29REVISTA

Copyright Estefanía Rodríguez
Aviso Legal y Política de Privacidad - Política de Cookies